Nota publicada en la sección CROMO del diario El Observador
Erase una vez un joven que por su belleza extraordinaria enamoraba a hombres y a mujeres por igual. Sin embargo, su excesiva vanidad lo llevaba a rechazar a todo pretendiente que osara tenderle su amor, por lo que un día los dioses decidieron castigarlo haciendo que el joven se enamorara perdidamente de su propia imagen. Así, el muchacho de extrema guapura se zambulló en un estanque en busca del apuesto rostro que le devolvía su reflejo en el agua, muriendo al final ahogado en su propia arrogancia. De su muerte nació una hermosa flor que lleva su nombre: el Narciso.
Con este relato intentaba el poeta Ovidio advertir a los jóvenes de los peligros que aguardan detrás de la obsesión por su propia imagen. Este reflejo engañoso fue asociado por la serie británica “Black Mirror” a la oscura imagen especular que observa desde la pantalla apagada de un celular, imagen antagonista de las brillantes capturas que son publicadas diariamente en las redes sociales.

Las puertas de entrada
La primera y más famosa red social fue creada en febrero de 2004 por el estadounidense Mark Zuckerberg junto a un grupo de compañeros de la Universidad de Harvard, y aunque al principio los miembros de la red se limitaron a estudiantes de dicha institución educativa, ya en 2006 cualquier persona con al menos 13 años podía pasar a ser parte de esa comunidad digital. Revolucionando la forma en que los seres humanos se relacionan y se comunican, Facebook pasó de ser una simple plataforma de entretenimiento a ser una piedra angular en la vida de millones de personas. Sus datos almacenados son usados por multitudes de empresas para realizar estudios de mercado, para conocer de antemano el perfil de sus empleados, o para realizar campañas publicitarias dirigidas a públicos en específico. Los ingresos de la compañía de Zuckerberg provienen casi exclusivamente de los anuncios publicitarios que se cuelan en las pantallas de los más de 2 mil millones de usuarios que esta red social cuenta actualmente, ingresos que ya le han permitido comprar en 2012 y en 2014 a su competencia más directa: respectivamente, Instagram (creada en 2010 por Kevin Systrom y Mike Krieger) y WhatsApp (creada en 2009 por Jan Koum).

Aunque Facebook sigue encabezando la lista de las redes sociales con más número de usuarios, actualmente la plataforma conoce una migración de los más jóvenes hacia las alternativas que ofrecen Instagram o Twitter (servicio de microblogging creado por Jack Dorsey en 2006). Según un estudio realizado en enero de 2019 por Digital 2019 Global Digital Overview , Facebook lidera con 2271 millones de usuarios alrededor del mundo, seguido por YouTube con 1900 millones y WhatsApp con 1500 millones. Aun así, la mayoría de los usuarios de Facebook tienen entre 25 y 34 años de edad, y las cifras caen en picada para aquellas personas menores de 20 años. Por otro lado, Instagram presenta una mayor concentración de usuarios en la franja etaria que se extiende entre los 18 y los 24 años, y cada vez son más los jóvenes de entre 14 y 18 años que se decantan por esta plataforma virtual. Cuando el número de cuentas activas en redes sociales se incrementó en un 67% entre 2014 y 2019, Instagram duplicó su número de cuentas activas en tan sólo dos años y hoy tiene más de 1000 millones de usuarios.


El nuevo lenguaje de la juventud
Durante la presentación del nuevo Samsung Galaxy A en el 2019, el CEO de la compañía surcoreana, Kwon Oh-hyun (mejor conocido como DJ Koh), explicó que Samsung Electronics buscaba satisfacer las necesidades comunicativas de las nuevas generaciones de jóvenes. Según el director ejecutivo, los jóvenes de la era digital están acostumbrados a vivir en “un mundo sin límites”, a compartir contenidos creativos en tiempo real generando nuevas formas de interacción, y es por esto que llama a esta nueva era “la era en vivo”. Estandartes de esta declaración son aplicaciones como Instagram o Snapchat cuyo principal atractivo es la posibilidad de compartir fotos y videos en tiempo real y de construir así las famosas “historias” de la vida de sus usuarios. Estas necesidades juveniles exigen entonces las mejores cámaras y las mejores pantallas, por lo que los nuevos dispositivos incluso ya vendrán equipados con cámaras preparadas especialmente para sacar selfies (a Narciso le gusta esto).

En diálogo con Cromo, el psicólogo social especialista en redes sociales Roberto Balaguer asegura que las nuevas generaciones se encuentran desarrollando un nuevo lenguaje en donde la imagen es la moneda de intercambio por excelencia. Dice el especialista que mientras en tiempos anteriores el texto primaba sobre la imagen, hoy para los jóvenes el texto es un mero acompañante. “Implica toda una lógica distinta que evidentemente trae emparejadas nuevas formas cognitivas de estar en el mundo”, dice Balaguer, “y en un momento esas generaciones van a ser mayoría y el mundo seguramente empiece a regirse por nuevos parámetros”. Así como el libro o la escritura fueron tecnologías disruptivas en su momento, hoy aplicaciones del estilo de Instagram “van generando de alguna forma nuevas humanidades”.
Más allá del mayor provecho que hacen estas nuevas aplicaciones de las nuevas tecnologías, el psicólogo explica que la migración de los adolescentes desde Facebook hacia otras redes sociales alternativas se debe también a un deseo por no estar bajo la mirada de sus padres. En efecto, en un principio la puerta de entrada al mundo de las redes sociales siempre fue Facebook, por lo que en esta plataforma se encuentran concentradas las generaciones más antiguas que nunca quisieron mudarse a otro sitio. “La opción entre Instagram o Facebook es como elegir entre una fiesta donde están los abuelos y los padres o una fiesta donde haya solo jóvenes”, comenta el especialista.

Por otro lado, al estar inmersos en un universo donde la imagen y el video predominan, las nuevas generaciones se ven obligadas a mejorar sus habilidades fotográficas y cinematográficas, porque “la presentación, sobretodo en Instagram, es muy importante”. “Es una red que se llama aspiracional”, dice Balaguer, “vos mostrás lo mejor tuyo, no mostrás la parte negativa que de repente aparece en Twitter o en Facebook”. Twitter, que hoy cuenta con 326 millones de usuarios, es más adecuado para hacer política, para presentar quejas, mientras que Instagram “no es un lugar para protestar”, y eso explicaría también la mayor cantidad de adultos mayores de 25 años en esa plataforma de microblogging. Debido a esta presión por ser creativo en la autopromoción, el especialista considera que “las generaciones más veteranas sienten que esas nuevas redes forman parte de un universo que no pega con su manera de estar en el mundo, que es más textual, más vinculada a la letra, al libro”.

Atrapados en la red
En la era de la “aldea global” de la que hablaba Marshall McLuhan, dice Roberto Balaguer que las formas de vida de los más jóvenes se entienden siempre en conexión, y existe en ellos una mayor tendencia a estar pendientes de las vidas de los otros. “Tienen menos centralidad en ellos mismos y están permanentemente monitoreándose y monitoreando el ambiente”, dice el psicólogo. Esta dependencia por la interconectividad se explica según el experto en parte por las necesidades propias a una etapa determinada de la vida: durante la adolescencia el aspecto social es muy importante, y las redes sociales “permiten tener acceso a lo social en el más amplio sentido de forma permanente”. “Es como una droga que cuadra bien con la edad en la que están”, comenta Balaguer.
El “mundo joven” aparece por ende como un mundo más abierto, más comunicativo y cooperativo, pero no poder sacar la cabeza de adentro de la red trae también sus aspectos negativos. Por un lado los jóvenes pueden llegar a una cantidad mucho más grande de personas que se encuentran a grandes distancias, pero los vínculos que forman con sus seres más cercanos corren el riesgo de volverse más superfluos y carentes de profundidad. Asimismo, cuando lo más importante que se tiene para compartir de uno mismo es el propio reflejo, un reflejo privado de cualquier rasgo negativo, el autoconocimiento y la autocrítica se debilitan en favor de un juego de apariencias efímeras.

Otro rincón oscuro de estas redes es el tipo de acercamiento a la información que ofrecen y facilitan a las nuevas generaciones, las cuales, según Balaguer, ya no se informan a través de medios especializados sino a través de los comentarios de otros miembros de estas sociedades virtuales. De esta forma, los jóvenes están informados de más cosas, de más gente, pero en menor profundidad. “Cuando vos tenés una biblioteca extensa e inmensa, seguramente termines viendo sólo la tapa y el lomo del libro pero no puedas dedicarte a profundizar en el mismo”, destaca el especialista. Con la atención constantemente dirigida hacia estímulos externos en constante transformación, las nuevas generaciones están expuestas a permanentes distracciones que impiden una concentración focalizada. “La estructuración que te propone el medio envía a una atención fragmentada”, agrega Balaguer, “una atención a varios estímulos al mismo tiempo, que te permite tener acceso a varios lugares, pero con la pérdida de la focalización que para algunos temas es necesaria”.

Testimonios de jóvenes uruguayos acerca de las redes sociales
Liceo Iava
Ana Clara Mendez – 18 años
Uso Instagram sobretodo por las fotos. Prefiero un mensaje transmitido a través de imágenes que uno transmitido a través de texto escrito. Yo no tengo Twitter ni tampoco me llama tanto. Cerré el Facebook en 2010. La interfaz me parece más reducida, no tiene tanta gracia.
Iñaki Amondarain – 17 años
Prefiero Instagram por las fotos, pero el Twitter también está bueno porque hablan de pila de problemas polémicos que están pasando. En Instagram no podés hablar de temas polémicos. Twitter aunque sea más escrito permite generar debate. Yo creo que Facebook lo usan más los mayores porque es más práctico, y capaz que un mayor no sabe mucho usar una cámara, o no entiende cómo está creada la interfaz. Facebook es más amigable para las generaciones más viejas. Si se aburren van y se juegan un jueguito, el típico CandyCrush que les encanta.

Kiara Berttolini – 17 años
No uso Facebook porque me aburrió. Uso Instagram y WhatsApp, pero creo que Twitter es lo que más uso en realidad. Soy fan de muchas cosas de música, entonces me gusta enterarme de eso todo el tiempo. Es también mucho más mundial, entonces a través de ahí me entero de cosas que pasan. Creo que Facebook fue lo más famoso en un momento, entonces por eso fue adonde más adultos entraron, y después les costó cambiar. Aparte de que no son mucho de sacarse fotos o selfies. Por eso no van a usar Instagram.
Emiliano Cima – 16 años
No uso Facebook pero uso Twitter e Instagram. En Facebook hay más gente mayor, las otras dos son más jóvenes, y es lo más simple para informarte. Como Facebook fue la primera red social y todo el mundo la usaba, los más viejos se quedaron ahí y cuando llegaron las otras demoraron en adaptarse. Aparte a mucha gente no le gusta tener a los familiares, a los padres, en una red social.

Micaela Silveira – 16 años
No me llama la atención Facebook. En años anteriores sí pero ahora no le encuentro una función para mí. Uso mejor Instagram porque me comunico con mis amigos. Actualmente hay gente más grande en Facebook. Capaz que cuando los adultos se apropian de una red, es como que se me quitan las ganas. Como que está invadido ahí. Antes con las imágenes era todo más entre gurises, y nos reíamos y eso. Ahora con los más grandes se vuelve todo más sobre debatir y criticar todo lo que ven. Como que en Facebook se concentraron las críticas y las cosas negativas.
Pedro Alasraki – 16 años
Facebook lo uso más para seguir grupos de algo que me interesa, pero no como red social. Ahora lo único que uso un poco es Instagram, pero ni siquiera tanto, mucho menos que la mayoría de los jóvenes. Y sino me comunico por WhatsApp, que sería creo yo la red social más grande. Y Facebook no lo uso porque no mucha gente lo usa y no es tan cómodo en el celular. Ahí hay más millennials, gente de entre veinte y tantos, treinta y tantos. Fue la primera red social masiva, y ahí mucha gente vieja lo empezó a usar, no sé si por un tema de modernizarse o por un tema de conocer. Y se quedaron en eso, mientras que los jóvenes siguieron avanzando en otras cosas. En algún momento las generaciones más jóvenes supongo usarán cosas nuevas que nosotros no usaremos. Twitter es para encontrar bardo. Para mí es eso. No está muy bueno en realidad. No hay muchas opiniones fundamentadas, es todo muy superficial. Son personas diciendo boludeces casi siempre. Vos leés los tuits que manda Trump y parece joda.

Tomás Prieto – 17 años
Uso cada vez menos Facebook, más que nada a veces para entrar a algún grupo. Lo usaba para entrar al grupo de «Yu-Gi-Oh!» (juego de cartas), sobretodo para entrar a comunidades… pero últimamente poco. Creo que es más para comunicarse con grupos de personas. Más eventos. Antes usaba Facebook para jugar a los jueguitos. Ahora entro muy de vez en cuando. Uso mucho Instagram, y Twitter también. Instagram lo uso para ver arte sobre juegos, o sobre otras cosas que me interesan, como adelantos de películas.
Sofía Casales – 16
Me gusta más Instagram que Facebook, me entretiene más. También uso Twitter, que te permite relacionarte más con la gente. En Facebook hay más gente mayor, primero porque es más antiguo, y segundo porque no saben los más viejos usar Instagram. Es más difícil de usar. Yo Facebook lo uso para ver memes. Para comunicarme con familiares uso WhatsApp. Las noticias me llegan a través de Twitter.
Leonardo Lopez – 25
Tengo Instagram, Twitter y WhatsApp. Facebook lo uso para armar grupos, para enviar deberes y demás, y chatear con gente, por ejemplo mis padres y mi novia. Instagram lo uso más para subir fotos, no para mostrar todo el tiempo todo lo que hago, pero sí para mostrar algo que me compré, o algún lugar adonde fui, o simplemente una buena foto. Twitter lo uso para seguir a gente famosa, o enterarme de videojuegos o películas. Para noticias utilizo más el Facebook, por ejemplo en el perfil de El País. A veces te da otras noticias de cosas que te interesan. En Facebook hay más veteranos porque a ellos les cuesta usar más la tecnología. Yo como trabajo con gente mayor me doy cuenta de que nunca usan Instagram, porque les cuesta la dificultad de la cámara, cómo subir cosas, y te piden ayuda. Es más complicado. Gente mayor no lo va a aprender de un día para el otro. Tiene que haber alguien atrás de ellos para que entiendan cómo hacer. En WhatsApp y Facebook hay muchos grupos de familias. Hay muchos jóvenes que suben cosas a las redes sociales que no quieren que vean los padres porque después si se enteran se arma conflicto. Instagram y Twitter son zonas más seguras para ellos.

Liceo Elbio Fernández
Valentina Suárez – 16 años
Facebook se volvió una plataforma de padres. Nuestros padres seguían usando Facebook cuando nosotros usábamos Snapchat. No usamos el mail por ejemplo pero usamos WhatsApp. Nuestras generaciones pasan por ahí. Facebook es más de negocio. Twitter también es más para gente que trabaja, como los periodistas o los políticos. Yo le enseñé a mi padre a usar Instagram y Facebook, y entendió mucho más rápido a usar Facebook. En Instagram todavía hay cosas que no entiende, como cómo sacar un boomerang o cómo subir una historia.
Joaquín Coronel – 16 años
Yo en mi caso uso Facebook para trabajar más bien. Como trabajo en fotografía, la gente que me contrata lo hace por ahí, por Facebook, más que por Instagram. Es para gente más grande, que es la que te contrata. Para contactar a alguien laboralmente es mejor usar Facebook.
Agustín Anzvatte – 16 años
Para mí Facebook tiene muchas más cosas, te abruma más. Vos entrás y tenés botones por todos lados. En Instagram no. Las historias de Instagram hay un montón de gente que las detalla un montón.

Liceo Francés
Joaquín Kalichman – 15 años
Yo no uso Facebook por presión social capaz. Nadie lo usa, entonces no me sirve de nada. Estoy usando Instagram sobretodo, mucho más que WhatsApp y Snapchat. Yo cuando me metí en el tema de las redes sociales ya estaban todos en Instagram. Facebook es como para gente un poco más grande que yo. Entonces para mí es por eso que hay menos gente de mi edad en Facebook, por un tema generacional.
