Derrumbando muros

El primer capítulo de la quinta temporada de la serie británica Black Mirror, llamado «Striking Vipers», está plagado de referencias al mundo de los videojuegos. El propio juego alrededor del que gira la trama es una fusión entre los juegos «Street Fighter», de la empresa japonesa Capcom, «Tekken» y «Soul Calibur», de Bandai Namco, y «Mortal Kombat», juego cuyos derechos pasaron de las manos de la empresa norteamericana Midway Games a las de Acclaim Entertainment, para luego estacionarse en Warner Brothers. Pero hay una referencia que será reconocida por una fracción muchísimo mayor de personas alrededor del mundo: unas piezas con diferentes formas geométricas de ángulos rectos caen lentamente en un recipiente mientras el jugador les da vueltas y vueltas para hacerlas encajar en un puzzle. ¿Suena conocido? A esta altura del partido, lo más esperable es que sí. Se trata de una referencia al juego «Tetris», un juego cuya aparición es simbólica por el momento histórico en el que fue creado, y cuya historia está plagada de combates entre empresas para hacerse con su licencia. Un tuit de Soviet Visuals (@sovietvisuals) del pasado 6 de junio reavivó la efervescencia entorno a esta historia, desatando los comentarios y los aplausos virtuales de los aficionados de los videojuegos. En el mensaje de Twitter puede leerse: «Tetris fue lanzado hace 35 años! Este es Alexei Pajitnov – el ingeniero que lo creó». En el video puede verse a un hombre barbudo que habla amistosamente a cámara con acento ruso, pero, ¿quién es Alexei Pajitnov?

Alekséi Leonídovich Pázhitnov es un ingeniero informático ruso de 63 años que actualmente vive en los Estados Unidos. Los grandes genios creativos suelen pasar desapercibidos bajo la sombra de su obra, sobretodo cuando ésta ingresa a un mercado masivo y es lo suficientemente grande como para abandonar su hogar y comenzar una vida independiente. El caso de Pajitnov no es la excepción. Mientras trabajaba para el centro de computación Dorodnitsyn de la Academia Soviética de Ciencias de Moscú (centro que formaba parte del programa de investigación y desarrollo del gobierno de la URSS), este ingeniero tuvo en 1984 la idea de crear un juego de ordenador inspirado en el juego «Pentominós»: un rompecabezas en el que los jugadores debían encajar piezas formadas por cinco cuadrados en una caja de madera. Imaginando un videojuego en el que las piezas del Pentominós caerían dentro de un vaso mientras el jugador las desplazaría y daría vueltas  para hacerlas encajar unas con otras, Pajitnov ya tenía entre sus neuronas el concepto de lo que sería una mina de oro.

Alexei Pajitnov

Como las piezas del Pentominós llevadas al nuevo concepto hacían el juego demasiado difícil, decidió contentarse con piezas de cuatro cuadrados en vez de cinco. El nombre que eligió para el juego, «Tetris», proviene del griego «tetra» (cuatro) y de su deporte favorito, el tenis. Programado por pura afición en su Elektronika 60 mediante un software diseñado sólo para hacer cálculos matemáticos, el juego utilizaba caracteres de texto para dibujar las piezas (cada cuadrado estaba formado por corchetes). Pronto sus compañeros de trabajo no podían despegarse de la  ingeniosa creación, y uno de ellos, un adolescente de 16 años llamado Vadim Gerasimov, ayudó a Pajitnov a adaptar su juego para sistemas domésticos MS-DOS para distribuirlo gratuitamente vía disquetes.

Pronto «Tetris» se expandió por todo Moscú, y cuando su creador lo envió a un amigo que vivía en Hungría, el juego terminó exhibido en una feria del Instituto Húngaro de Tecnología. Fue allí que los ojos del británico Robert Stein, dueño de  Andromeda Software, reconocieron instintivamente una oportunidad dorada. Contactándose con el centro de computación Dorodnitsyn para negociar por los derechos de aquella joya, Stein tomó palabras habladas por contratos firmados y decidió vender el juego a la empresa inglesa Mirrorsoft sin nunca haber llegado a un verdadero acuerdo. Fue así que Tetris terminó siendo distribuido por Spectrum y Atari ST al Reino Unido y a los Estados Unidos sin el consentimiento de la nueva agencia soviética Elektronorgtechnica (ELORG), la cual debía encargarse de distribuir software soviético a occidente. El juego no podía aparecer en el mercado estadounidense en un mejor momento: en plenas tensiones políticas entre los dirigentes Ronald Reagan  y Mijail Gorbachov por el desarme nuclear, Tetris parecía haber sido pensado como un símbolo del Muro de Berlín y de la Cortina de Hierro que dividía al mundo en dos grandes «bloques» (¿piezas?) ideológicos. Fue el primer videojuego ruso en ser distribuido a occidente y pronto todos hablaban de lo divertido que era construir y destruir muros.

Cuando Tetris ya era una sensación en América, ELORG se hizo cargo de las negociaciones con Stein y Mirrorsoft, la cual se quedó con los derechos del juego diseñado para las computadoras personales. Ahora, los derechos del juego para las máquinas Arcade y las consolas portátiles ya era otra cuestión. Es entonces cuando aparecen en la contienda las dos grandes empresas de videojuegos de la época: Atari y Nintendo. La situación se decantó por la segunda cuando el empresario y diseñador de videojuegos Henk Rogers, conocido como el «software a prueba de balas», se reunió con los directivos de ELORG en Moscú para mostrarles un cartucho del juego «Tetris» para la novedosa consola de la compañía nipona: el Game Boy. Al principio enfurecidos por la osadía, Rogers terminó convenciendo a los directivos de los beneficios que traería ese juego junto a la nueva consola portátil. Con los derechos de las versiones del videojuego ruso para consolas caseras y portátiles en las manos de Nintendo, Atari no tardó en sumirse en protestas temiendo el futuro de sus propias versiones. Una larga lucha legal entre ambas compañías rivales terminó favoreciendo a Nintendo, y fue junto a la Game Boy y la Nintendo Entertainment System (NES) que el Tetris se expandió por el mundo de forma masiva.

Aunque los derechos de los bloques soviéticos pasaron de mano en mano durante años, las manos de  Alexei Pajitnov permanecieron vacías durante mucho tiempo. Por suerte, la historia de Pajitnov no terminó como las de muchos otros genios como Van Gogh, Oscar Wilde o Nikola Tesla. La victoria de Nintendo en la contienda por los derechos no se explica sólo por habilidad en los negocios: Henk Rogers y Pajitnov tuvieron químicas compatibles desde que se conocieron y terminaron siendo grandes amigos. Fue gracias a Rogers que Pajitnov pudo viajar a Estados Unidos en 1991 para dedicarse a su gran pasión: crear videojuegos. Rogers luego viajaría a Moscú para negociar el retorno de los derechos del Tetris a las manos de su amigo. Fue así que en 1996 Alexei Pajitnov pudo fundar The Tetris Company. Hoy existen infinitas versiones del juego Tetris y de juegos inspirados en él, como el juego Doctor Mario de Nintendo. La música «Tetris A» del Game Boy basada en la canción popular rusa «Korobeiniki» sigue resonando en nuestros días en la memoria de millones de personas, quienes para felicidad de Pajitnov y desgracia de la URSS reconocen la composición como «la música del Tetris». Incluso se han realizado investigaciones científicas que demuestran que jugar al juego de los bloques diariamente aumenta la actividad cerebral y el procesamiento de lenguaje. Recientemente Nintendo ha lanzado una versión gratuita de Tetris para su consola híbrida, la Nintendo Switch, que permite jugar en línea contra otras 99 personas. El juego ha sido todo un éxito, probando que el invento de Pajitnov sigue más que vigente.

https://eddysgamingnews.com/tetris-creator-alexey-pajitnov-on-tetris-99-tetris-comics-and-his-favourite-tetris-piece-feature/

Entrevista a Alexei Pajitnov

Bruno Gariazzo

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